El escuadrón del brigante: (novela)

Front Cover
Renacimiento, 1913 - Spain - 407 pages
 

Other editions - View all

Common terms and phrases

Popular passages

Page 240 - La victoire en chantant nous ouvre la barrière ; La liberté guide nos pas, Et du nord au midi la trompette guerrière A sonné l'heure des combats. Tremblez, ennemis de la France, Rois ivres de sang et d'orgueil ! Le peuple souverain s'avance ; Tyrans, descendez au cercueil.
Page 41 - Al monte. A matar franceses. Fermina afirmó que ella iba; tal odio sentía por los invasores; la criada del mesón dijo que también. Estaba cansada de servir en la posada y ansiaba marcharse a recorrer tierras. — ¿Cómo te llamas? — le pregunté yo. — María la Riojana. La Riojana tenía la nariz remangada, los ojos muy claros, la boca entreabierta, como expresando una interrogación; el pelo rubio rojizo, la piel blanca y el pecho abundante. Hablaba con mucha gracia, una gracia picante,...
Page 136 - Era la proclamación de la guerra sin cuartel. La barbarie contra la barbarie. De joven hay momentos en que la guerra llega a parecer algo hermoso y sublime; indudablemente, todo ello es vida, y vida fuerte e intensa; pero por cada instante de generosidad, de abnegación, de heroísmo que se encuentra en los campos de batalla, ¡cuánta miseria, cuánta brutalidad! Guerrear es suprimir durante un período la civilización, el orden, la justicia; abolir el mundo moral creado con tanto trabajo, retroceder...
Page 112 - Guerrear, robar, dedicarse a la rapiña y al pillaje, preparar emboscadas y sorpresas, tomar un pueblo, saquearlo, no es seguramente una ocupación muy moral, pero sí muy divertida. Se ve la poca fuerza que tiene la civilización cuando el hombre pasa con tanta facilidad a ser un bárbaro, amigo de la carnicería y del robo. Los alemanes suelen decir : «Rascad en el ruso, y aparecerá el tártaro». Los alemanes y los no alemanes pueden añadir: «Rascad en el hombre, y aparecerá el salvaje»....
Page 136 - Agosto, expresando que por cada español que así pereciese, se ahorcarían tres franceses, y que «mientras el Duque de Dalmacia no reformase su sanguinario decreto..... sería considerado personalmente como indigno de la protección del derecho de gentes, y tratado como un bandido si cayese en poder de las tropas españolas.
Page 138 - En el primer caso, matando se merece el garrote: en el segundo, el Tedeum. Alguno dirá que esto es difícil de entender y absurdo; pero otros absurdos más difíciles de entender hay en nuestra religión, y, sin embargo, los creemos. DISPERSIÓN Quiero abandonar las reflexiones filosóficas, que no le cuadran a un hombre de acción, y seguir adelante. Pocos meses...
Page 112 - ... lleno de entusiasmo se comprende el encanto de esta vida salvaje del guerrillero, que es la misma que la del salteador de caminos. El ser guerrillero es, moralmente, una ganga; es como ser bandido con permiso, como ser libertino a sueldo y con la bula del Papa. Guerrear, robar, dedicarse a la rapiña y al pillaje, preparar emboscadas y sorpresas, tomar un pueblo, saquearlo, no es seguramente una ocupación muy moral, pero sí muy divertida. Se ve la poca fuerza que tiene la civilización cuando...
Page 28 - Difícilmente se puede dar un caso de ineptitud mayor que el de la aristocracia española y el de todas las clases pudientes en el reinado de Carlos IV y en la invasión francesa. Sin el arranque y la genialidad del pueblo, la época de la guerra de la Independencia habría sido de las más bochornosas de la historia de España.
Page 60 - Villoviado. Este clérigo de misa y olla no sabía una palabra de latín, ni maldita la falta que le hacía, pero, en cambio, con una escopeta y un perro era un prodigio. La invasión francesa decidió el porvenir de Jeromo, el ex pastor, que, de cura de escopeta y perro, llegó a ser brigadier de...
Page 28 - Los aristócratas que produjeron la caída de Godoy valían mucho menos que él; los Montijo, los Infantado, los Orgaz, los Ayerbe eran unos botarates ambiciosos de poca monta que querían rivalizar en el honor de cepillar la casaca y lustrar las botas del monarca con otros palaciegos.

Bibliographic information